Zaragoza

MONASTERIO DE SANTA MÓNICA

Situación: Forma parte del casco viejo de la ciudad de Zaragoza. Dirección: C/ Manuela Sancho, 62. CP. 50002. Tfo.976 29 64 45 / 618 955 145, e-mail: conventosantamonica@gmail.com

Edificio: El convento sufrió los estragos y destrucción durante los dos Sitios que padeció la Ciudad con la guerra de la Independencia. Dado el estado casi ruinoso la Comunidad optó por hacer uno nuevo en el mismo lugar. La reconstrucción se terminó en 1990.

Fundación: Se fundó en 1647 patrocinado por el convento de San Agustín de Zaragoza y el apoyo de otros principales conventos aragoneses. Para su fundación vinieron dos religiosas del Monasterio de Mirambel y otras dos del Monasterio de Morella.

Acontecimientos destacables: En 1956, aquí se realiza la primera Asamblea de Monasterios que dio origen a la Federación de Ntra. Sra. del Pilar y Sto. Tomás de Villanueva. En 2006, se celebraron las Bodas de Oro de la Federación con una Eucaristía de Acción de Gracias por estos años de andadura.

Trabajos: La comunidad se dedica a la elaboración de Formas para la Eucaristía y la elaboración y venta de dulces.

Liturgia y apostolado: Un vínculo especial conserva la comunidad con la parroquia de Santa Magdalena, a la que pertenece el convento. La comunidad realiza mensualmente “la Oración de las Mónicas” y una oración con el grupo de oración carismática CANA; acoge la sede de la Cofradía de JESÚS de la humildad y de María del dulce Nombre, y la Eucaristía diaria abierta a los fieles.

Actualidad:  La situación jurídica actual es de comunidad filial del Monasterio de Aldaz.

Este Monasterio de Santa Mónica en Zaragoza fue fundado por el convento de San Agustín de esta Ciudad de PP. agustinos y el apoyo explícito de los otros principales conventos aragoneses, entre ellos los conventos de Ntra. Sra. de Loreto de Huesca y de San Sebastián de Épila.

La fundación se produjo el 21 de noviembre de 1.647, y para llevarla a cabo vinieron dos religiosas del Monasterio de Mirambel, y otras dos monjas del Monasterio de Morella

El P. Fray Bartolomé Foncalda fue nombrado Obispo de Jaca, y este insigne agustino fue el que ayudó con su dinero a la construcción de la Iglesia del nuevo convento. Fue una preciosa iglesia, pero con los estragos de la guerra de la independencia y destrucciones de los “Dos Sitios” desapareció todo. Dado el estado casi ruinoso en que se encontraba el Monasterio, la Comunidad optó por hacer uno nuevo en el mismo sitio.

Un acontecimiento a destacar fue la realización, del 6 al 9 de noviembre de 1956, de la primera Asamblea de Monasterios en este Convento de Santa Mónica, dando origen a la Federación de Ntra. Sra. del Pilar y Sto. Tomás de Villanueva, que se inició con 21 monasterios. Así nació un sencillo pero eficaz organismo, que ha demostrado que la unión hace la fuerza. A los 50 años de andadura, en noviembre del año 2006, se celebraron las Bodas de Oro de la Federación; dentro de los diversos actos se celebró en este monasterio, la Eucaristía de Acción de Gracias por estos años de andadura y por todas las Hermanas que nos han precedido, suplicando al Señor dé continuidad a nuestro carisma.

Un vínculo especial conserva la comunidad con la parroquia de Santa Magdalena (a la que pertenece el convento) por haber acogido durante 17 años a la parroquia mientras se desarrollaron los trabajos de restauración de la misma. Por su parte la comunidad realiza todos los meses una oración a la que acuden madres y padres que desean interceder por sus hijos, es conocida como “la Oración de las Mónicas”. También es sede nuestra iglesia de la Cofradía de JESÚS de la humildad y de María del dulce Nombre, aquí tienen sus celebraciones propias y la procesión con costaleros. También mensualmente se reúne a orar con la comunidad el grupo de oración carismática CANA. Sin olvidar que a diario nuestras puertas están abiertas para la celebración de la eucaristía.

Los trabajos de la comunidad son: la elaboración de Formas para la Eucaristía; realización y venta de dulces.

Existe relación con los PP. Agustinos de Zaragoza, dado que están ejerciendo de capellanes y de confesores de la comunidad. 

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