San Mateo

MONASTERIO DE SANTA ANA

Situación: San Mateo (Castellón). 

Dirección: Pl. Monjas, 29. CP. 12170.
Tfo. 964 41 60 55/ 679 620 381
E-mail: agustinassanmateo@gmail.com
Web: www.agustinassanmateo.org

Fundación: En 1590 por la Comunidad de Mirambel (Teruel), a petición del pueblo que donó las dependencias a la Orden de San Agustín para hacer presente la vida contemplativa en la localidad.

Fusiones: En 1811, se unieron a la Comunidad las hermanas del Convento de Morella que vieron arrasar su monasterio durante la llegada de los franceses. En 2005 se unieron las Hermanas del Monasterio de Motrico, posteriormente también del Monasterio de La Eliana.

Edificios: Se ha mantenido el edificio de la fundación, restaurándolo con el paso del tiempo.

Trabajos: planchado y almidonado, un obrador de pastas artesanales “Horno de las Monjas”
https://www.agustinassanmateo.org/el-horno-de-las-monjas/

Liturgia y Apostolado: La liturgia, depósito que nos ha confiado la Iglesia, intentamos mimarla. Canto diario en la Eucaristía, los Laudes y Vísperas.
La empatía con el pueblo de Sant Mateu se iba fraguando, con el paso de los años y los siglos, en nuevas costumbres y devociones populares como la de Santa Rita, mantenida hasta el día de hoy. Convivencias vocacionales para ayudar a discernir la propia vocación.

Nuestro Monasterio de Santa Ana empezó su andadura el 3 de noviembre de 1590 cuando cuatro hermanas, bajaron desde Mirambel (Teruel) para instalarse en las dependencias que el pueblo de Sant Mateu, capital del Maestrazgo, donaba a la Orden de San Agustín para hacer presente la vida
contemplativa en la localidad. Había sido un ruego nacido de la misma gente del pueblo, acogido y gestionado por el agustino José Ramos y aprobado por el obispo de Tortosa Gaspar Punter. 

La empatía con el pueblo de Sant Mateu se iba fraguando, con el paso de los años y los siglos, en nuevas costumbres y devociones populares como la de Santa Rita, mantenida hasta el día de hoy. Devoción y avatares políticos siguieron entretejiendo la vida de ambos, como los vividos a la llegada de los franceses en 1811, o la desamortización de Mendizabal. Años duros por la escasez económica y vocacional, pero vividos con tesón por las hermanas, que supieron no solo mantener sino apostar por la renovación espiritual que el momento pedía. Con el apoyo espiritual del beato Manuel Domingo i Sol en 1876 iniciaron la gran reforma para recuperar la vida común.

Pasado a penas un siglo la persecución religiosa que se aguzó con la contienda civil de 1936 dio de nuevo un duro golpe a la comunidad que se vio expulsada del inmueble. Ocupado a su vez por el comité de la CNT se deterioró sobremanera tanto el monasterio como su iglesia. Las hermanas que
recuperaron tres años después el monasterio demostraron el mismo tesón que sus predecesoras y en situaciones de gran precariedad supieron dar su vida para que tanto la vida común, como el monasterio que la protege, volvieran a restablecerse con toda su dignidad.

En la actualidad la autoformación sienta la base en un plan comunitario, con cursos de formación organizados en el propio monasterio y por la Federación. Los Ejercicios espirituales, los días de retiro, son esenciales para incrementar la intimidad con el Señor… La liturgia, depósito que nos ha confiado la Iglesia, se procura mimar con el canto. Se realizan trabajos de plancha y almidonado de ropa para particulares y para una tintorería. Y desde hace cuatro años se cuenta con un obrador de pastas artesanales y una pequeña tienda en la fachada principal que a tenido muy buena acogida en el pueblo y en las ciudades de los alrededores. El Horno de las Monjas es nuestra marca, también disponemos de tienda online.

Respecto a la pastoral vocacional, organizamos convivencias vocacionales para ayudar a discernir la propia vocación. Son varias las jóvenes que acuden a tener unos días de retiro, las apoyamos en lo que puedan necesitar y comparten la liturgia con la comunidad.

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